Muchas cosas por escribir de estos días…
Calculo que para cuando esto se publique estaré en Sevilla, constituyendo con compañeros de otras universidades lo que será la primera asociación como tal que defienda los intereses de los estudiantes universitarios andaluces, actividad ésta a la que he dedicado los dos últimos años de mi vida.
Llego a Sevilla sin saber si esta será la última reunión que tenga de este tipo. La verdad es que no lo sé. No tengo ni idea. Pero tampoco me quita el sueño. Sé que hice todo lo que estuvo en mi mano.
No puedo dejar de echar la vista atrás y pensar en lo que pudo haber sido y no es, y en aquello que es y seguirá siendo.
Desde hace unas semanas tengo ciertos sentimientos, algunos encontrados entre sí, no lo niego, pero la mayoría para mi desgracia y la de muchos de mis compañeros, coincidentes.
Al menos algo ya hemos confirmado. No solo son malos los tiempos para la lírica, también para la reivindicación estudiantil. Para la buena política en general. Corren tiempos de amiguismo, de sobrinismo, y del ponte tu aquí que total solo es un año, no vas a tener que hacer ná y yo te voy a ayudar en tó.
Es tiempo de la marioneta, del títere, del escudero político. De la defensa de unos siglas y no de unos ideales. Del interés escondido en el armario. Malos tiempos en definitiva.
Analizo la situación una y otra, y otra vez y llego siempre a las mismas conclusiones. Conclusiones que me recorren como sensaciones…
DECEPCIÓN. Sobre todo con algunas personas y relaciones sociales que por lo visto no he sabido manejar todo lo bien que debiera. Lamento profundamente el daño que puede causar que estas personas con una posición relevante no se den cuenta de sus limitaciones, y sean capaces de destruir con su discapacidad tantas horas de trabajo colectivo.
HASTÍO. Porque desaparecen las ganas de empezar proyectos nuevos. Porque sabes que tu equipo y tú tenéis potencial. Porque lo demostramos con una cerveza en la mano, con mil ideas en la cabeza y con otras tantas apuntadas en papeles mojados por alguna lavadora en el bolsillo de algún pantalón. Porque somos capaces de creer, de crear y de reír a la vez. Y aún así vienen, y lo joden.
CULPABILIDAD. Por no haber sido capaz de prever la situación e intentar ponerle remedio antes. Al menos lo intentamos, de eso que no os quepa duda.
GRATITUD. Para con todos aquellos que os habéis interesado, que para mi sorpresa seguís siendo muchos, y que como yo no dais crédito de la situación. También para los que desde otras trincheras apoyan las buenas causas.
Eso si. Me llevo cosas conmigo. De esas que no te pueden robar. Experiencias, amistades y muchos kilómetros a las espaldas con todo lo que ello supone.
Pero no creáis que se trata de un post que habla de derrota. Tampoco es una despedida. Qué va. Nada de eso. Esto no es más que una reflexión sobre la necesidad de renovarse.
Os dejo buscando batallas…
Foto: Mikel Jaso (Al que profeso una gran admiración y que espero que no me denuncie)
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