Ahora mismo tengo esa extraña sensación de cuando alguien lleva a la práctica algo que tu habías pensado previamente. Pero hoy, al contrario que en otras ocasiones, ese sentimiento es placentero.

Ayer por la mañana al salir de la facultad pude hacerme con el primer número de la revista Rebelaos, publicación que aboga por la autogestión en todos los ámbitos de la vida. Los que me conocen ya soportan diariamente mis ideas sobre autogestión por lo que no voy a aburrirlos mucho más.

La foto es de otros tiempos pero me gustaba :P

En este periódico editado por el colectivo Afinidad Rebelde, y como no financiada con crowfunding, aparece un proyecto que me resulta atrevido pero sobre todo NECESARIO. MASPUBLICO nace en un momento en el que no contamos con ningún diario independiente de ámbito estatal. Es verdad que existen alternativas como Diagonal o Le Monde Diplomatique, pero su periodicidad, quincenal el primero y mensual el segundo, impide a estas publicaciones analizar el día a día, la actualidad.

La idea de aprovechar la imagen de una cabecera importante e innovadora como ha sido Público – aunque haya replicado en bastantes ocasiones la estrategia de afianzamiento de mercado de El País de los 70- se antoja golosa. Montar una cooperativa de trabajadores y usuarios, con sus debidos órganos de gobierno democráticos a lo GARA en sus comienzas me enamora – recordad que solo hicieron falta 10.000 socios suscriptores para sacar el proyecto adelante mientras que Público tuvo tiradas de 88.000 antes de cerrar. 

Por poner peros, parece que el planteamiento en números es simplón o no del todo depurado – si yo estuviese diseñando el proyecto, probablemente releería esto y esto otro, recortaría expectativas de sueldo a corto y repensaría si la marca tan solo vale 500 de los grandes (Roures no es tonto) tal y como hablaba anoche con Josemi. Aunque, por decirlo todo, hay que decir que tienen hasta el 29 de marzo para retocarlo antes de presentarlo a la administración concursal que valorará la viabilidad. Si bien, no estaría mal valorar la posibilidad de ahorrarse el precio de la marca y partir de cero.

Algunos pensaréis que con una red libre este medio sería innecesario, pero hay que ser conscientes de que el papel, nos guste o no, sigue marcando la opinión de gran parte de la sociedad española; y  que si bien tenemos que afrontar a corto plazo el cambio de medio en sí, no se nos puede escapar tampoco la barrera generacional.

La verdad, proyectos así le animan a uno el día.